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La blefaritis es una inflamación crónica de los párpados que puede afectar a personas de todas las edades. Es una de las enfermedades oftalmológicas más comunes y, aunque no suele ser grave, puede causar molestias significativas. En este artículo, exploraremos sus causas, síntomas, factores de riesgo y las mejores estrategias para su tratamiento y prevención.

¿Qué es la Blefaritis?

La blefaritis es una inflamación de los bordes de los párpados que puede estar asociada con infecciones bacterianas, disfunción de las glándulas de Meibomio o enfermedades cutáneas subyacentes, como la rosácea y la dermatitis seborreica. Puede ser anterior, cuando afecta la base de las pestañas, o posterior, cuando compromete las glándulas de Meibomio, que se encuentran en el interior de los párpados.

Causas de la Blefaritis

Las causas de la blefaritis son diversas y en muchos casos se presentan de manera combinada. Las infecciones bacterianas, como la presencia de Staphylococcus aureus, pueden provocar inflamación y formación de costras en los párpados. La disfunción de las glándulas de Meibomio, encargadas de secretar un componente de la lágrima que evita su evaporación rápida, puede llevar a la obstrucción de estas glándulas y provocar sequedad ocular. La dermatitis seborreica, que genera caspa en el cuero cabelludo y las cejas, puede extenderse a los párpados y causar inflamación y descamación.

La rosácea ocular, una condición dermatológica, también puede generar inflamación y enrojecimiento en los párpados. Además, las alergias a factores como el polvo, el humo, el maquillaje o los productos para el cuidado de la piel pueden desencadenar la blefaritis en personas sensibles. Otra causa menos conocida es la infestación por Demodex, ácaros microscópicos que pueden colonizar los folículos de las pestañas y provocar inflamación crónica.

Causas de la blefaritis

Síntomas de la Blefaritis

Los síntomas de la blefaritis pueden variar en intensidad y afectar uno o ambos ojos. La sensación de cuerpo extraño o arenilla en los ojos es común, junto con enrojecimiento e irritación ocular. Los párpados pueden aparecer inflamados y enrojecidos, y las pestañas pueden pegarse o formar costras al despertar. La fotofobia o sensibilidad a la luz, el lagrimeo excesivo o, por el contrario, la sequedad ocular, son manifestaciones frecuentes. En casos severos, se puede observar la pérdida de pestañas, conocida como madarosis.

El ardor, la comezón y la sensación de pesadez en los párpados son otras molestias recurrentes. Dado que la blefaritis es una condición crónica, es habitual que los síntomas presenten períodos de exacerbación y remisión.

Factores de Riesgo de la Blefaritis

Factores de Riesgo

Algunos factores aumentan la probabilidad de desarrollar blefaritis:

  • Las personas con rosácea o dermatitis seborreica tienen mayor predisposición a padecer esta afección.
  • Los antecedentes de infecciones bacterianas frecuentes en los ojos también representan un riesgo, al igual que el uso prolongado de lentes de contacto.
  • La exposición a ambientes contaminados o secos, la falta de higiene en los párpados y pestañas, el estrés y la mala alimentación, que afectan el sistema inmunológico, pueden contribuir a la aparición de esta condición.

Tratamiento de la blefaritis

Tratamiento de la Blefaritis

El tratamiento de la blefaritis se basa en el control de la inflamación y la mejora de la higiene palpebral. La limpieza regular de los párpados es fundamental para eliminar bacterias y costras. Se recomienda aplicar compresas tibias sobre los ojos cerrados durante varios minutos para ablandar las secreciones y facilitar su eliminación. Las soluciones especiales o toallitas oftálmicas pueden ayudar a limpiar los bordes de los párpados, evitando el uso de jabones irritantes y prefiriendo productos hipoalergénicos.

El uso de lágrimas artificiales es útil para reducir la sequedad ocular asociada con la blefaritis, mejorando la comodidad del paciente. En casos moderados o severos, el oftalmólogo puede indicar ungüentos o colirios con antibióticos, como eritromicina o azitromicina. Cuando la blefaritis está relacionada con rosácea ocular o es especialmente severa, se pueden prescribir antibióticos vía oral, como la doxiciclina o la azitromicina.

En casos de inflamación intensa, los corticoides en gotas pueden ser una opción, aunque siempre bajo estricta supervisión médica. Si la blefaritis está relacionada con enfermedades subyacentes, como la rosácea o la dermatitis seborreica, el tratamiento de estas condiciones contribuirá a la mejoría de los síntomas.

Hábitos para Evitar o Mejorar la Blefaritis

Para reducir la incidencia de blefaritis y controlar sus síntomas, es importante adoptar ciertos hábitos saludables.

  • La limpieza diaria de los párpados es fundamental, especialmente en personas que usan cosméticos o tienen piel grasa.
  • Evitar el uso de maquillaje de baja calidad o caducado es crucial, ya que estos productos pueden contener irritantes o microorganismos que agravan la condición.
  • El control de la caspa y la dermatitis seborreica mediante el uso de champús adecuados también puede contribuir a la mejora de la blefaritis.
  • Mantener una dieta equilibrada, rica en omega-3, favorece la salud ocular y puede ayudar a reducir la inflamación.
  • Limitar el uso de pantallas por periodos prolongados contribuye a evitar la fatiga ocular y la sequedad. No compartir toallas ni cosméticos es una medida preventiva importante para evitar infecciones y reducir el riesgo de complicaciones.

Hábitos para mejorar la blefaritis

Conclusión

La blefaritis es una afección crónica pero manejable con los cuidados adecuados. La clave está en mantener una higiene ocular constante, tratar cualquier enfermedad subyacente y acudir al oftalmólogo para un diagnóstico y tratamiento personalizado. Si experimentas síntomas persistentes o severos, consulta a un especialista para evitar complicaciones y mejorar tu calidad de vida.

 

Referencias

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