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Queratocono: la importancia de la detección precoz y cómo el crosslinking puede frenar su progresión

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El queratocono es una enfermedad ocular degenerativa que afecta la estructura de la córnea, la capa transparente que cubre el iris y la pupila del ojo. En condiciones normales, la córnea mantiene una curvatura regular que refracta la luz de forma adecuada hacia la retina. Sin embargo, en el caso del queratocono, esta se va adelgazando de manera progresiva y adquiere una forma cónica e irregular. Como consecuencia, la visión se vuelve borrosa o distorsionada, dificultando actividades cotidianas como leer, conducir o mirar pantallas de forma nítida.

Aun cuando el queratocono no es la enfermedad ocular más común, su impacto en la calidad de vida puede ser considerable si no se detecta y trata a tiempo. En este artículo, abordaremos la importancia de la detección precoz y analizaremos uno de los tratamientos más eficaces para frenar su progresión: el crosslinking corneal.

¿Qué es el queratocono y por qué ocurre?

La palabra “queratocono” proviene de la raíz griega “kerato”, que significa córnea, y “conos”, que significa cono. Se trata, básicamente, de un adelgazamiento progresivo de la córnea que provoca su deformación hacia adelante, dándole una forma cónica.

Aunque no se conoce con exactitud la causa principal, se estima que existe un componente genético que hace a ciertas personas más susceptibles. Además, factores ambientales como la fricción constante de los ojos (frotárselos con fuerza o de manera continua), alergias mal controladas e incluso el uso excesivo de lentes de contacto mal ajustados podrían contribuir al desarrollo o aceleración del proceso.

El queratocono suele manifestarse durante la adolescencia o a comienzos de la edad adulta, y en la mayoría de los casos avanza hasta mediados de los 30 años. Sin embargo, cada caso es diferente: hay personas que experimentan cambios muy rápidos en la forma de la córnea, mientras que otras presentan una progresión más lenta.

La detección temprana del queratocono es vital para evitar un deterioro significativo de la visión

La importancia de la detección precoz

La detección temprana del queratocono es vital para evitar un deterioro significativo de la visión y posibles complicaciones a largo plazo. Por desgracia, en estadios iniciales, el queratocono puede pasar desapercibido o confundirse con otras afecciones oculares, como el astigmatismo irregular. Dado que los primeros síntomas suelen ser visión borrosa o cambios en la graduación de gafas o lentes de contacto, muchas personas no sospechan nada grave hasta que el problema se vuelve muy evidente.

Para llevar a cabo un diagnóstico adecuado, es fundamental acudir regularmente al oftalmólogo o a un optometrista, especialmente si se detectan cambios frecuentes en la calidad de la visión. Existen exámenes específicos, como la topografía corneal, que permiten mapear la superficie de la córnea y detectar alteraciones mínimas en su curvatura, incluso en fases tempranas. Si se identifica queratocono en un estadio incipiente, las opciones terapéuticas para frenar su avance y mejorar la visión son mucho más efectivas.

es común el uso de gafas o lentes de contacto blandos para corregir la visión

Opciones de tratamiento

El tratamiento del queratocono varía según la fase en la que se encuentre la enfermedad y la severidad de los síntomas. En etapas iniciales, cuando la deformidad de la córnea no es muy marcada, es común el uso de gafas o lentes de contacto blandos para corregir la visión. Sin embargo, a medida que progresa, puede ser necesario recurrir a lentes de contacto rígidas, esclerales o híbridas, que ayudan a regularizar la curvatura de la córnea y proporcionan una mejor agudeza visual.

En estadios avanzados, cuando la córnea está muy deformada y el paciente no logra una buena visión con lentes de contacto especiales, se puede contemplar el trasplante de córnea. Sin embargo, antes de llegar a este extremo, existe un tratamiento que ha demostrado resultados muy positivos para frenar la progresión: el crosslinking corneal.

El crosslinking corneal (CXL) es un procedimiento relativamente sencillo que busca fortalecer la córnea para evitar que continúe deformándose

¿En qué consiste el crosslinking?

El crosslinking corneal (CXL) es un procedimiento relativamente sencillo que busca fortalecer la córnea para evitar que continúe deformándose. Se basa en la aplicación de una sustancia fotosensible llamada riboflavina (vitamina B2) sobre la córnea, seguida de radiación ultravioleta (UVA). Esta combinación desencadena una reacción química que genera enlaces (o “puentes”) adicionales entre las fibras de colágeno de la córnea, incrementando su rigidez y resistencia.

El proceso completo suele durar alrededor de una hora. Primero, se instilan gotas de riboflavina en el ojo, a menudo tras retirar el epitelio corneal (la capa más externa de la córnea) para garantizar una adecuada penetración de la sustancia. Después, se aplica luz ultravioleta controlada durante varios minutos. Una vez finalizado el procedimiento, se coloca una lente de contacto terapéutica para proteger la córnea y facilitar su recuperación.

Beneficios y expectativas tras el crosslinking

El principal objetivo del crosslinking es frenar la progresión del queratocono, no necesariamente revertir la deformidad existente. Sin embargo, en muchos casos, se observa una ligera mejoría en la curvatura de la córnea y, en consecuencia, de la visión. Con una córnea estabilizada, es menos probable que el paciente requiera un trasplante en el futuro. Además, tras la cicatrización, pueden valorarse otras medidas para optimizar la visión, como lentes de contacto especiales o incluso implantes de anillos intracorneales.

La recuperación posoperatoria suele durar varias semanas, tiempo durante el cual se deben seguir indicaciones específicas del especialista, que incluyen el uso de colirios antibióticos y antiinflamatorios, así como un control estricto para prevenir infecciones o complicaciones. Aun con las molestias iniciales, la mayoría de los pacientes puede retomar gradualmente sus actividades cotidianas.

Conclusión

El queratocono es una condición que, si no se trata adecuadamente, puede afectar de forma considerable la calidad de vida de quien lo padece. La buena noticia es que con la detección precoz, el monitoreo constante y procedimientos como el crosslinking, es posible frenar su avance y mantener una visión relativamente estable durante muchos años. Si presentas cambios frecuentes de graduación o notas visión borrosa que no mejora con gafas convencionales, no dudes en acudir a un profesional de la salud visual para realizarte un examen detallado.

Tu visión es un recurso valioso que merece toda la atención posible, y actuar a tiempo puede marcar la diferencia entre una vida llena de limitaciones y la posibilidad de disfrutar de una buena salud ocular a largo plazo.

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